CÓMO CUIDAR TU PROTECTOR O FUNDA DE COLCHÓN
Elegir un protector o funda de Colchón con cierre hecho de fibra de bambú es una excelente inversión para tu salud y comodidad, pero para que mantenga su suavidad, frescura y propiedades naturales a lo largo del tiempo, es clave cuidarlo correctamente. A diferencia de los tejidos sintéticos o de algodón convencional, el bambú es una fibra sostenible, delicada y muy resistente, siempre que se lave y se almacene adecuadamente.
1. Lavado correcto: temperatura y productos adecuados
La mejor forma de mantener intactas las fibras es lavarlo en agua fría o tibia (máx. 30 °C). Evitar el agua caliente permite que el tejido conserve su elasticidad y suavidad. Opta por detergentes líquidos y suaves, sin cloro ni blanqueadores. Si deseas potenciar la higiene, añade un chorrito de vinagre blanco como suavizante natural.
2. ¿Lavado a máquina o a mano?
El bambú se puede lavar a máquina sin problemas, siempre que el ciclo sea delicado o para prendas sensibles. Para fundas con cierre, lo ideal es cerrar la cremallera antes del lavado para evitar que se enganche con otras prendas. Si haces un lavado a mano, no retuerzas la tela; simplemente escurre con suavidad.
3. Secado: lo que sí y lo que no
El secado al aire libre es la mejor opción. Tiéndelo en un área ventilada, evitando la exposición directa al sol para prevenir el desgaste del color y de la fibra. Si utilizas secadora, selecciona un programa de baja temperatura o secado en frío. Esto evitará que se encoja o pierda elasticidad con los lavado sucesivos.
4. Planchar, ¿es necesario?
El bambú no necesita plancha, ya que su fibra tiende a recuperar su forma sola. Si por alguna razón quieres alisar algún pliegue, utiliza una temperatura muy baja o usa un vaporizador para prendas de cama.
5. Eliminación de manchas sin dañar el tejido
En caso de manchas localizadas, lo ideal es actuar rápido. Puedes usar una mezcla suave de jabones neutros o bicarbonato con agua. Frota apenas con un paño y evita productos abrasivos o cepillos duros.
6. Cómo guardarlo correctamente
Una vez limpio y seco, dóblalo sin ejercer presión excesiva para evitar deformaciones. Guárdalo en un lugar seco, sin humedad y preferiblemente dentro de una bolsa de tela transpirable. Evita las fundas plásticas, ya que pueden atrapar humedad y provocar malos olores.